Es bien conocido que Vancouver es una de las ciudades más caras de Norteamérica en muchos sentidos: las propiedades, los restaurantes o los hoteles, por ejemplo. Y aunque si vienes de visita seguramente no comprarás ninguna propiedad, debes estar al tanto de que las cosas te van a costar un poco más aquí.
La moneda que se usa en Vancouver, y por extensión en el resto de Canadá es el dólar canadiense. Un dólar tiene 100 céntimos, y las monedas tienen las siguientes denominaciones: hay monedas de 1 céntimo, 5 céntimos (níquel), 10 céntimos (dime), 25 céntimos (cuarto, quarter), un dólar (loonie), dos dólares (toonie), y billetes de 5, 10, 20, 50, 100, etc.
Si necesitas cambiar dinero mientras estés en Vancouver, tienes varias maneras de hacerlo.
En tu hotel normalmente podrás cambiar dinero de forma fácil, pero pagarás algo más por la comodidad ya que los tipos de cambio no serán muy buenos para ti. Muchas tiendas del centro también te cambiarán dinero, especialmente dólares estadounidenses por dólares canadienses, pero estos tipos de cambio tampoco serán los más favorables.
Tu mejor opción para tener el tipo de cambio mejor es usar un banco o una casa de cambio oficial. Muchos bancos tienen sus oficinas en la parte centro. También puedes llamar por teléfono para informarte:
Usar los bancos y los cajeros automáticos será siempre la mejor opción. Puedes usar la tarjeta de crédito para retirar fondos aunque ésto suponga a veces tener que pagar una cuota por el cambio de moneda, y algunos bancos también cobran una comisión por usar el cajero, aunque normalmente la tasa por sacar dinero con tu tarjeta de crédito será la mejor para ti.
En segundo lugar, puedes retirar fondos con tu tarjeta de débito, siempre que el cajero y tu tarjeta tengan este servicio disponible (pregunta en tu banco). Antes de venir a Vancouver, asegúrate de preguntar en tu banco sobre las tasas y comisiones que pueden cargarte las diferentes entidades para no llevarte la desagradable sorpresa de encontrarte con facturas muy elevadas. Los bancos de EE.UU. cargan unas comisiones muy altas, así que ten ésto en cuenta.
Además de en los bancos, existen numerosos cajeros en muchos lugares públicos de Vancouver, y aunque ofrecen comodidad por su proximidad, también cobran comisiones por cada retirada de fondos, mayores incluso que las de los bancos, por lo que es mejor usarlos sólo en caso de emergencia.
Por supuesto, si no te gusta llevar mucho dinero encima, los Travelers Checks son la opción más segura, y aunque no se acepten en la mayoría de comercios pequeños de Vancouver, sí se aceptan en casi todos los grandes almacenes, en los restaurantes y en las atracciones. Además, los Travelers Checks te permiten llevar encima sólo el dinero que necesites para cada día, y pueden ser cambiados por efectivo en los bancos, hoteles, etc., por lo que se pueden usar para compras pequeñas también.
Como dijimos, las tarjetas son una opción para retirar fondos, pero también sirven para pagar tus compras, por supuesto.
Las tarjetas de crédito son aceptadas prácticamente en todos los sitios (mira si en la puerta de los establecimientos está el símbolo de Visa y/o Mastercard). Para las compras, normalmente tendrás una buena tasa de cambio con tu tarjeta, por lo que ésta puede ser la mejor opción, sobre todo a la hora de hacer grandes compras. Antes de venir a Vancouver, comprueba todos estos aspectos en tu banco.
Las tarjetas de débito son algo distintas, y si tu tarjeta no es de un banco canadiense puede ser rechazada. Pero aún así puedes usar tu tarjeta de débito en los cajeros.
Si necesitas algo de dinero extra, puede que tu mejor opción sea una transferencia internacional, aunque no será barata. Hay varias opciones para hacer ésto:
Como dijimos antes, Vancouver no es una ciudad barata. La mayor parte de los gastos serán en comidas y alojamientos. También los aparcamientos se pagan, y algunas de las atracciones serán más caras de lo que esperabas. Si los precios de Canadá en su conjunto ya son algo caros, en Vancouver aún lo son un poco más. Por otro lado, los visitantes de Escandinavia o Gran Bretaña verán las cosas baratas comparadas con los altos precios de allí (por ejemplo, en Londres).
Si te gastas dinero en comer bien, eso significa que tendrás que gastarte más en propinas. En todo Canadá, la norma es dejar el 15% del coste en propinas, para servicios de camareros. Normalmente la propina no se añade a la cuenta al menos que estés en una reunión de muchas personas (más de 8), pero comprueba la factura para asegurarte de que la propina no está incluida antes de dejar más dinero extra.
Si tienes la idea de que Vancouver es una ciudad cara, además piensa que tienes que añadir impuestos a todo lo que compres. En todos los precios verás el lema not included tax (impuestos no incluidos), y hasta que no te acostumbres a ello te sentirás muy frustrado.
En Vancouver tendrás que pagar tanto el impuesto federal por bienes y servicios (GST, Goods and services Tax), como los impuestos provinciales de British Columbia, PST. La buena noticia es que el GST se ha reducido un poco en los últimos años y ahora alcanza el 5%. El PST supone un 7%. El alcohol tiene además tasas adicionales, de igual manera que los alojamientos.
Lo bueno es que puedes tener devoluciones de algunos de los impuestos que pagues, aunque no es fácil. Canadá ha cambiado su política de devolución de impuestos para los visitantes en Abril de 2007, y desde ese momento los únicos impuestos con devolución son los gastados en alojamientos contratados a través de tour operadores, por lo que no habrá devoluciones en los bienes que compres para llevarte contigo de regreso.
Puedes encontrar más información sobre esta nueva norma para las devoluciones y su funcionamiento en la página web de la agencia canadiense de ingresos (Canada Revenue Agency).